viernes, 19 de enero de 2007

Pilarín no era tonta...

<Resultado: pues ningún caramelo, y Pilarín es tonta >

Eso, o algo parecido, fue lo que puse en la libreta; y me castigaron. Dos palmetazos y sin ir a comer a casa; por culpa de la tal Pilarín, la niña esa.

Que yo pensé que lo mismo me había equivocado. Pero no; repasé con los dedos, y no.
A ver : dos caramelos que dio a su hermanita, más un caramelo que dio a su primito, suman 3 caramelos. Y si tenía 3 caramelos y dio 3 caramelos, pues no le quedó ningún caramelo a Pilarín; y era más tonta que Abundio, que vendió el coche para comprar gasolina. Porque si hubiera dado uno a cada uno, le habría quedado otro para ella; y eso, pues estaba bien, y era lo que había que hacer cuando tú tenías tres caramelos, tu hermana y tu primito, ninguno, y ellos se enteraban y se lo decían a tu madre los muy puñeteros. Pero el problema no decía nada de eso, que a lo mejor es que faltaban datos...

El Ruiz me dijo que lo mismo Pilarín era diabética , como su tía, la de Ruiz, y que no podía tomar dulce porque se moriría. Pero se veía que eso no podía ser, porque entonces en el problema pondría: <>

4 comentarios:

Vemga dijo...

la tragica historia del pirulo de pilarin. pilarin tenia 3 pirulos y se quedo sin ninguno. no me da pena pilarin, era generosa pero no me da pena. castigar sin comer a los niños es una manera de luchar contra la obesidad infantil, me pregunto si la ministra leera este blog desde su torre...si tuviera tan buena vista no habria puesto tan gordas las letras de FUMAR MATA. NO COMER TAMBIEN MATA, PERO COMER TE MATA LENTAMENTE!!

Marisa dijo...

La verdad es que a mi tampoco me da ninguna pena, la Pilarín esa...
De hecho creo q realmente era diabética y que el problema no era, sino producto de otro de esos infortunados "errores" que se cometen en la idiosincrasia de lo que viene siendo la educación en este país.
El profe no era correcto en su planteamiento, quizá por miedo a alguna de esas asociaciones que te denuncian a la primera de cámbio por decir, quizá por evitar hacer evidente a los ojos de los niños lo que en definitiva conforma la cruda realidad que les espera...quizá por miedo a la ministra...
Pero de lo que yo estoy segura y, creo, se ajusta más a la verdadera situación actual, es que ese enunciado debía rezar:

"Un asesino da tres caramelos a una niña diabética que se llama Pilarín..."

Asi nadie dudaría del quehacer de la niña y quedaríamos a la espera de que ningún otro niño fuera diabético...y asi, sin fin...

La vida misma.

El Cremero dijo...

Quizá el problema hablaba del testamento de Pilarín. Ella no quería ser la más golosa del cementerio, y por ello le dejó dos pirulos a su odiada hermana y uno a su primito. Por supuesto, esta descompensada herencia derivó en los clásicos problemas de envidias familiares, con la consiguiente e inevitable tragedia incluída. Pronto Pilarín tuvo a alguien con quien jugar en el infierno.

No sabía nada, Pilarín.

El Analandés dijo...

lol

no entiendo el problema. ¿Dónde estaba yo ese día? Como me alegro de no haber atendido nunca en clase ni de haber tenido nunca el problema este. Yo mis caramelos los escondo desde pequeño. No se por qué. Mira que otras cosas las comparto, pero los caramelos son sagrados. Por supuesto, igual que los escondo me dedico a robarselos a los que no los esconden. Y luego los escondo.

Me voy a dormir que tanto pensar en niñas tontas y pirulines me ha dado una idea buenisima. Y me ha recordado que aquí no tengo escondite de caramelos.

Carpe diem