Hoy ya es día dos en mi cabeza y en mi no-cuenta atrás, y el mismo número de bellotas.
Hoy el día ha sido agitado porque sabía que el 1 se acercaba y yo con estos pelos.
Digamos que algo asi:
No sabes muy bien si estás preparado para esta situación, y aunque sabes que te toca a ti mover ficha, no está claro que al final ganes la partida. Tenemos las dos constantes "X" y "O" y la variable que no es más que la persona contra la que estoy jugando.
Y tu pensarás, qué más dará contra quién juegues, si el mecanismo es mas simple que el asa de un cubo...Pues no! porque yo juego contra un señor muy bajito de segovia que núnca ha salido de su pueblo y que para colmo es íntimo de la infanta Elena, a la que conoció en un espectáculo circense mientras Barbara Rey le cantaba un bolero a un león.
Es decir una variable chuga, con mala pinta y el pelo grasoso.
Bajo estas circunstancias tan adversas y utilizando la anterior situación mencionada como metáfora clara y evidente de mi situación, decidí comerme una de las bellotas del bolsillo y comprarme unos tacones bien altos...
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